"El Resplandor" es una invitación a adentrarse en el susurro silente de la naturaleza, donde lo que parece inmóvil en el día cobra vida en la oscuridad. Los paisajes, en su quietud aparente, se transforman al ser tocados por la luz, emergen en una danza invisible, como luciérnagas que revelan su fulgor en la penumbra, revelando mensajes que solo se desvelan cuando el ojo se atreve a buscar más allá. Como un eco lejano, las palabras emergen con suavidad, invitando al espectador a detenerse, a escuchar, a ser parte de un diálogo que solo la oscuridad puede descifrar.

En este espacio, un grupo de esculturas, se levantan como tótems enigmáticos, desdibujando las fronteras entre la oscuridad y la luz. Así, la exposición se convierte en un ejercicio de revelación, donde lo invisible cobra una nueva forma y el espectador es llamado a descubrir lo que yace más allá de lo aparente.